9/1/14

Bienvenidos a mis pensamientos a la hora de dormir.

Hoy es uno de los pocos días, en los que me siento como si mi corazón se estrujara. Siento como llora, en todos sus sentidos. Quiere decir algo, que aún no sé lo que es, pero presiento que es algo malo, que me hará llorar, como han sido estas últimas semanas. Una gran canción suena dentro de mí, con guitarras y pianos, y una gran voz que quiere relucir su dolor. Pero aunque intente, sigo sin saber que dice la letra, suena en inglés, y la melodía es pegadiza, que a todos los amantes perdidos, como yo, les gusta, y pueden sentir. Da ansiedad y unas buenas ganas de cantar a todos gritos, como si jamás terminara. Saltar y rebolear los brazos a todos lados. Esa es la manera de dejar salir eso que siento, ¡Se va y ni siquiera pude saber su hermoso nombre!  Pero hay una cosa de la que puedo estar segura. No seré poeta como mi Padre, ni tendré esa hermosa sonrisa de mi Madre, o esa voz de dioses de mi Hermana, pero sé que con estas pocas palabras, podré decir más de lo que me impongo. Me doy la vuelta en mi almohada a la hora de dormir, y dejar de Morfeo se apiade de mi subconsciente, segundos antes, se interpone, dejando a mi cabeza pensar miles de cosas. Siempre fui muy melancólica, pero miento, no me agrada que sepan que recuerdo cada pequeña cosa, es muy simbólico e importante para mí, solo que nadie me toma en serio. Cierro los ojos y siento algo muy parecido a un flashback, como si fuera una película de mí, me puedo ver a mi misma desde otra perspectiva, pero siendo la personaje principal. Si tan solo supieras lo importante que es, y fue para mí. Me molesta tanto recordar y ver las malas decisiones que tomé, la forma inmadura en la que actué. Aunque creo que de esa manera tenía más amigos. Daría todo por volver un rato, un momento preciso en el pasado, y pegarme una cachetada a mí misma. Solía ser  tan inteligente y darme cuenta de las cosas enseguida, actuar como una verdadera mujer, pero una vez que el amor toco a mi puerta, mi estado (en ese momento), actual, cambió. No sabría cómo explicar, tan solo sería más fácil que entraran a mi cabeza y lo vieran ustedes mismos. Me torturo a mi misma con tan solo recordarlo, esa es una de las pocas razones por las cual decidí, “olvidar” lo que pasó. Porque me doy vergüenza. Fue un amor tan repentino, que a veces dudo de que haya sido un amor. Me apresuré tanto, tanto, que ahora me arrepiento, como si hubieran pasado más de 10 años. Como decía, mi actitud no fue la correspondiente para la relación, que hasta creo que lo asusté. Pero no me arrepiento de las cosas hermosas que pasé y sentí. ¡Si tan solo me hubiera frenado un rato, hubiera reaccionado, que era mi 1°er amor! ¿Cómo desperdiciarlo así?.
 Piénsenlo como yo, en ese momento, ¡cualquier adolecente en esa edad tendría miedo si supiera que su pareja, ya estuvo con otras mujeres antes!, Cualquier adolecente como yo, en ese momento, que lo único que hacía, era ser inmadura. Recuerdo ese momento que nunca me lo pude imaginar, está guardado en un pequeño cofre, en mi memoria, que solo abro en ocasiones especiales,  más que nada, cuando me siento orgullosa. El recuerdo se basa en un beso, que me da vergüenza decir. Fue lo más inesperado y tierno. Agradezco que haya sido el primero.
Pero que una misma actitud de inmadura, y un sentimiento de libertad echaron a perder. Sé que lo va a leer, y se va a echar a reír, o al menos, eso espero, quiero que ría, que sepa que fue uno de los más importantes que va a haber en mi vida. Que por un momento se sienta orgulloso, de lo que él y yo, creábamos.  Que se sienta libre, libre de todos sus fantasmas que lo asechan, que yo, ahora mismo, estoy dejando.  Y si lo ven, díganle, que lo siento. Que aunque no lo acepte, yo sé que hago lo correcto, diciéndole perdón, porque sé que lo dejé en una etapa importante, pero no pude hacerme cargo. Lamento tanto mi Yo de 16 años.
Después de un tiempo, totalmente improvisto llego otra persona, pero jamás fue capaz de decirme lo que sentía en persona, solo me lo contaba por redes sociales. Pero a pesar de todo, algo me atraía de él, y hasta el día de hoy no sé que es. Pero para esto, algo en mí cambio, ya había dejado atrás mi etapa de inmadurez. Recuerdo tanto sus “Me encantaría empezar noviembre con vos” o “Faltan 3 días para noviembre, todavía estás a tiempo de decidir”. Pero no recuerdo lo que yo solía responderle. Me doy vuelta por un rato y descubro tantas cosas vividas, que él está cansado de recordar. Las tengo presente como si fuera un libro que leyera una y otra vez, que aún conserva su magia. La primera vez que lo vi, no lo recuerdo, tan solo sé que estábamos en el mismo lugar, y que fue más que seguro que lo vi. Después recuerdo las veces que salimos con nuestros amigos, y mi excusa, que gracias a ella tomé su brazo, sin tener que pedírselo. Desde ahí todo lleva al 04/11. En vez de ir a su casa, inventó una excusa para quedarse. Cuando íbamos a quedarnos dormidos, tuve que darme la vuelta. Y él aprovechó. Me sentí igual que la 1° vez, pero por alguna razón, era mucho mejor. Igualmente, un sentimiento de incomodidad me asechaba. Pero no me arrepiento, en ningún momento. No volvería para nada en el tiempo.  Se sentía tan bien, como si fueran vacaciones y que disfrutaba a más no poder. Esas vacaciones que necesitaba tanto en esa etapa.  Agradezco que él haya sido mi “vacación” y que me quedara.  De a poco todos se enteraron, y lo que pensaba que era solo nuestro, se hizo de todos, aunque así todo era más fácil. Y así, nos convertimos en una pareja, que hacía todo lo que hacían las demás.  Y yo sentía, mucho más que el primer día. Yo sentía amor, donde él no. Algo que no podía forzar por nada en el mundo. Yo lo amaba apasionadamente, cuando él no. Se sentía frustrante ser la primera de los dos que sentía eso. Porque nunca sabes si está bien o no. Pero mi actitud inmadura, como era casi siempre, sobrepasó mi actitud racional, y salió de mi boca casi sin poder detenerlo. Pero fui tan vergonzosa, que nunca se dio cuenta. ¿Cuando yo, apurando las cosas? ¡Nunca! .
Ahora me siento atada, sin manera de escapar de él. No es que quiera, pero siento que me ahogo en mis propios sentimientos, que él ya sabe, pero que pareciera no importarles. ¡Ay, que idiota que te hace el amor! . Y ahora no tengo vuelta atrás. Tampoco sé cómo frenarme. ¡Ay, pero si supieran, si tan solo supieran lo que se sienten sus caricias sobre mi cara! ¡Su manera de sujetarme la mano! ¡Sus abrazos, que no me dejan soltarlo! El olor de su piel… su sonrisa, la manera que tiene él de sonreír. Y si siguiera contándoles, me quedaría corta. Solo que no sé, como no se da cuenta, de cómo lo amo.


Y a medida que escribí esto, todo lo que solía sentir, mi corazón estrujado, desapareció. Mientras estaba por quedarme dormida, esperando a Morfeo, todo esto sucedió. Ahora siento que una gran pena dentro de mí, se fue, dejándome ser.  El dolor ya no está. Ahora, tan solo soy, una amante más, esperando, como siempre, esperando. Morfeo, por favor, quiero dormir, llevame de una vez. Les doy la bienvenida, a mis pensamientos, que salen a luz cuando tengo insomnio. 

1 comentario: